Los últimos descubrimientos de la NASA, publicados en la revista Science, han demostrado que la concentración de metano sobre el planeta rojo es mucho menor de la esperada. Esto reduce mucho las posibilidades de que haya vida en Marte.
Las últimas noticias que nos trae el Curiosity no son nada alentadoras. Cuando muchos pensábamos que el robot de la NASA podría confirmar en algún punto de su trabajo la existencia de vida en Marte, parece que el último hallazgo descartaría esta posibilidad.
Durante este año de investigación, el robot Curiosity ha realizado diversas actividades para explorar la superficie de nuestro planeta vecino. Y es que tras confirmar la composición de la atmósfera marciana, formada principalmente por dióxido de carbono, faltaba por saber si los niveles de metano eran los que habían sido estimados con experimentos realizados en la Tierra.
La concentración de metano es mucho menor a la esperada
La presencia de metano es fundamental para confirmar o descartar la existencia de vida en Marte. Este gas es un claro indicador biológico en el planeta Tierra, ya que es un subproducto de la actividad humana y ganadera, pero también demuestra la presencia de bacterias.
El trabajo realizado por el equipo de Christopher Webster, del Instituto Tecnológico de California y el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, que ha sido publicado ahora en la revista Science, descarta que los niveles de metano sean los estimados hasta el momento. Los hallazgos del Curiosity han detectado una sexta parte de la concentración esperada de este gas, lo que sin duda supone un duro revés para la investigación espacial.
A pesar de ello, no podemos descartar totalmente la existencia de vida en Marte. Quizás en el planeta rojo existan otros indicadores biológicos que pudieran demostrar en el futuro que sí estén presentes determinados organismos vivos sobre su superficie, por ahora desconocidos.
El hallazgo supone un duro revés para la NASA
Sin embargo, como comentábamos antes, los resultados del equipo de Webster son un duro revés para la investigación llevada a cabo por la NASA. Y es que al contrario de lo que se predecía, el metano parece haber desaparecido sin dejar rastro. Según los cálculos previos de los científicos, este gas debería durar sobre la atmósfera marciana unos 200 años, cien años menos de lo que permanece en la Tierra.
Pero, literalmente, ha desaparecido. Una posible hipótesis a este extraño descubrimiento, que descartaría en buena medida las posibilidades de que hubiera vida en Marte, es que la zona donde trabaja el Curiosity no fuera óptima para la presencia de metano.
Por este motivo, los investigadores seguirán trabajando con el propósito de medir las concentraciones de metano en el planeta vecino, para así tratar de superar este duro revés para la NASA. Quién sabe, quizás en el futuro nuevos datos vuelvan a abrir nuevas posibilidades sobre la existencia de vida en Marte.
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