De los puentes londinenses que cruzan el Támesis, después del icónico Puente de la Torre de Londres o Tower Bridge, tal vez el más mencionado sea el Puente de Londres o London Bridge. Sin embargo, pocos saben que el que vemos es el “falso“ Puente de Londres.
Hagamos memoria. Desde hace 2.000 años, existe un puente en esta ubicación. Ya los romanos habían construido uno de madera en este mismo lugar. Pasaron los años y los siglos, a este puente le sucedieron otros: levantados y arrasados por guerras o por la naturaleza en diversas ocasiones. Fue barrido por las llamas o arrastrado por las aguas del río. En el siglo XII ya de piedra, se llegó a autorizar la construcción de casas y comercios sobre el mismo, a la manera del Ponte Vecchio de Florencia.
Originalmente medía 283 metros de largo por 16 de ancho y un siglo después fue ensanchado 4 metros para dar paso al intenso tráfico que ya sufría la ciudad de Londres. Estas obras dañaron los cimientos del puente que ya venía sufriendo el hundimiento de uno de sus extremos.
Sí, un empresario de Estados Unidos compró el viejo Puente de Londres por 2 millones y medio de dólares y lo llevó casi íntegramente a su país. Algunas piezas de los cimientos quedaron en Londres porque resultaba antieconómico trasladarlas al otro lado del Atlántico. Sin embargo, el Puente de Londres pudo reconstruirse con las 10.246 piezas transportadas y está hoy en pie en la localidad de Lake Havasu City en el Estado de Arizona, junto al lago Havasu.
El traslado y reconstrucción costó unos 3 millones de dólares, y se encuentra abierto a los visitantes desde el año 1971. Hoy es la segunda atracción del Estado de Arizona, sólo por detrás del Gran Cañón.
http://www.diariodelviajero.com/america/el-falso-puente-de-londres-en-londres-y-el-verdadero-en-arizona
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