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Sus orígenes, aspectos geológicos y geográficos
Se encuentra situado a 100 kilómetros de la costa de Belice, bien al norte de América Central, en donde limita con México, Guatemala y Honduras. Consta de una increíble y maravillosa formación submarina con 305 metros de diámetro y unos sorprendentes 123 metros de profundidad, siendo un fenómeno único en el mundo.
Acerca de su orígen, los expertos creen que el lugar surgió durante la última era glacial, en la Era del Hielo, cuando este perfecto círculo submarino era parte de un sistema de cavernas que se encontraba en la superficie terrestre, cuando el nivel del mar era mucho menor. Al derretirse el hielo y subir el nivel del mar, la región quedó sumergida bajo la superficie del mar, constituyendo lo que es ahora un atrayente conjunto de cavernas subacuáticas que incluye una enorme variedad de flora y fauna dentro de sí.
Semejantes características explican que esta fascinante formación geológica sea parte del Sistema de Reservas de la Barrera del Arrecife de Belice, desde donde se busca brindar protección a las numerosas especies de coral entre las cuales se encuentran varias especies en peligro de extinción. Por otra parte, cabe mencionar que aquí abundan numerosas barracudas, esponjas de mar y muchos, pero muchos tiburones.
El turismo en el Gran Hoyo Azul
Al ser este un lugar tan emocionante, no es de extrañar que cada año, los turistas más valientes llegan a centroamérica en busca de nuevas aventuras en el Gran Hoyo Azul, siendo uno de los destinos favoritos de quienes practican el buceo. Si acaso eres uno de ellos, teniendo en cuenta la cantidad de tiburones y los peligros que allí existen, debes saber que altamente recomendable estar preparado para la ocasión y ser muy precavido si deseas explorar esta descomunal caverna submarina.
La falta de experiencia puede llegar a ser fatal y de hecho, hace un par de años se encontraron los restos de un turista en el fondo del Gran Hoyo Azul, quien había permanecido desaparecido por mucho tiempo y que aún portaba su cámara, la cual sirvió para identificar a la víctima. Por estas razones es que hay que tomar varias medidas de seguridad previas a la visita y seguir los consejos de los expertos lugareños.
Realmente deberías reconsiderar tu viaje si no eres un buceador profesional. Si bien la visita vale la pena, las precauciones son fundamentales, pues no sólo los tiburones son un riesgo, sino que una vez dentro del agujero las propias características del mismo pueden ser un obstáculo sin salida. De todas formas y sin lugar a ningún tipo de dudas, la experiencia será única e inigualable.
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