¿El amor tiene fecha de caducidad o puede durar eternamente más allá de la distancia física y mental? El amor puede ser tan eterno como efímero.
Muchos consideran el amor como el motor del mundo, de la vida y de los sueños. Un amor que puede tener como objeto diferentes formas, desde personas a aspectos materiales que se convierten en lo más preciado de alguien pero, como todo en esta vida, el amor también puede encontrarse con la barrera de la indiferencia. Porque no nos engañemos, el odio simplemente es la contraposición del amor, pero la indiferencia es la más absoluta pérdida de amor.
Es tanta la necesidad de amor, de encontrar a alguien con quien compartir los grandes y pequeños detalles de la vida, la necesidad de no sucumbir a la soledad que cada vez es más frecuente salir al encuentro de este sentimiento buscándolo por todas partes, desde el uso de páginas de citas por internet a actividades exclusivas para solteros.
“Lo que necesitas es amor” así lo reflejaba el programa televisivo de Jesús Puente en el que se buscaba la unión o la reconciliación de parejas. Pero el amor no es encontrar simplemente a alguien, el amor no es tan sencillo como tomar la decisión de querer amar a una persona y lanzarse a sus brazos para contarle todos los secretos con el fin de enlazar las almas. El amor es complejo en toda su magnitud, desde los sentimientos tan profundos e intensos que provoca, a la capacidad de mantener ese amor en el tiempo cuando la fase del enamoramiento se termina.
Ya afirmaban que “Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus” haciendo referencia a la diferencia que hay entre hombres y mujeres, diferencias de las que os hemos hablado den el artículo correspondiente, que nos pueden hacer pensar que esas diferencias hay que erradicarlas pero nada más allá de la realidad. Si anulas a la persona que tienes junto a ti, la persona de la que te enamoraste ¿entonces a quién tienes por pareja, un reflejo de lo que deseas idílicamente o una persona real?
¿Por qué se acaba el amor?
Enamorarse es una de esas experiencias que todo el mundo quiere sentir repetidamente en su vida, esa sensación de plenitud y de felicidad que colma cada instante del día. Pero el enamoramiento es sólo una etapa, como os hablábamos en el artículo “un estado de locura transitoria”.Cuando uno se enamora ve en la otra persona todo lo que necesita, todo en esa persona está agrandado “es el más maravilloso, el más detallista, el más romántico, el más cariñoso, el más atento, el más guapo…” Todo es “más”. Todo es perfección pero es sólo una fase, una etapa que puede durar como mucho entre 2 o 3 años, después esa ilusión de perfección se cae y uno se encuentra con una persona de carne y hueso, con sus errores y sus limitaciones, no con un dios del Olimpo.
Al llegar a este momento, muchas parejas deciden finalizar la relación porque ese subidón de plenitud, de endorfinas, baja y la intensidad de los sentimientos puede disminuir en cierto modo; también puede terminarse porque uno tiene expectativas demasiado altas sobre la relación o sobre lo que el otro debería de darle, expectativas que pueden ser erróneas o demasiado exigentes.
¿El amor puede sobrevivir al enamoramiento?
Sí. Muchos psicólogos y terapeutas de pareja afirman que pasar de la fase de enamoramiento al amor romántico es una de las etapas más complejas pero claro que es posible. El romanticismo no se termina porque el enamoramiento haya desaparecido, es más, podríamos pensar que ahí es cuando comienza la verdadera historia de amor, cuando uno es capaz de ver las luces y las sombras de una persona y amarla por ello o a pesar de ello.Cuando hablamos de amor romántico estamos haciendo referencia a las ganas de pasar tiempo juntos, de tener proyectos en común, de continuar viendo a la otra persona como ese alguien tan especial que hace que tu vida sea diferente, encontrar en esa persona el compañero que uno necesita para hacer frente a las cosas de la vida y también para disfrutar de ellas, una persona con la que continuar construyendo algo estable y real.
En palabras de A. de Saint-Exupery, ”Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección“ ( TheRanking, las mejores frases de amor).
Llegar a esta etapa no significa que todo esté hecho, como en toda relación se necesita del cuidado y el cariño de ambas partes para que se mantenga, para que la otra persona esté cómoda y se sienta todo lo importante que realmente es para uno. Hay que saber valorarla como también, es igual de importante, valorarse a uno mismo. Para que el amor romántico se sostenga, no sólo son necesarios los sentimientos de amor sino que haya comunicación en la pareja, que haya ganas de entender y comprender al otro, que haya momentos para compartir, momentos de intimidad real.
En palabras del psicoanalista Fritz Perls ”Yo soy yo, tú eres tú. Yo no vine a este mundo para vivir de acuerdo a tus expectativas. Tú no viniste a este mundo para vivir de acuerdo con mis expectativas. Yo hago mi vida, tú haces la tuya. Si coincidimos, será maravilloso. Si no, no hay nada que hacer”.
Todo en esta vida puede acabarse porque el ser humano está en constante evolución, pero sin duda alguna, ninguno de nosotros puede anular la necesidad tan primaria del afecto, de sentirse amado y amar al otro.
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