Las
experiencias cercanas a la muerte son fruto de una anomalía cerebral,
según dijo en una entrevista con Efe el catedrático de Neurobiología de
la Universidad de Amsterdam, Dick Swaab.
Swaab, autor del ensayo “Somos nuestro
cerebro. Cómo amamos, sufrimos y pensamos”, publicado ahora en España,
constata que “la luz al final del túnel”, que muchos pacientes aseguran
haber visto en el umbral de la muerte, es falta de riego sanguíneo en el
globo ocular, que les hace perder la visión periférica y vislumbran tan
solo una luz en el centro del ojo.
Sobre la sensación de “flotar” fuera
del propio cuerpo, el neurólogo lo atribuye a que una parte del cerebro,
“la zona del giro angular responsable de la sensación del equilibrio,
no tiene suficiente oxígeno”.
Swaab, que dirige un equipo de
investigación en el Instituto Holandés de Neurociencias, estimuló la
misma zona cerebral en pacientes conscientes, que también experimentaron
idéntica sensación de verse desde fuera, “pero que vuelven a su lugar
cuando acaba la estimulación”, recalca.
Convencido por sus investigaciones de
que el cerebro femenino y masculino son totalmente diferentes desde el
útero materno, no cree que, con el paso de los años, se acerquen las
características de ambos sexos.
“Las diferencias entre el cerebro del
hombre y la mujer están programadas y, aunque las hormonas jueguen un
papel, no es lo más importante, porque aunque la mujer llegue a la
menopausia, eso no significa que se masculinice”, remacha.
Swaab considera que toda orientación
sexual se determina en el útero materno, y que después ya no hay vuelta
de hoja, una afirmación que ha generado polémicas por su determinismo y
por considerar que ninguna terapia o tratamiento posterior modificará
nuestra carga genética sexual.
“Es nuestro cerebro quien escoge la
pareja adecuada. La relación de pareja se hace de una manera
inconsciente y eso se llama enamoramiento, pero es el cerebro quien está
valorando todas las ventajas e inconvenientes a toda velocidad”,
argumenta Swaab.
Sobre sus consejos para mantener el
cerebro en buen estado y llegar a la vejez en condiciones, Swaab destaca
llevar una vida saludable, manteniendo a raya la obesidad para no
debilitar los vasos sanguíneos y no abusar de fármacos. “Mejor gastarte
el dinero en un buen libro, para agilizar la mente”, aconseja.
Respecto de las investigaciones sobre
el Alzheimer, Swaab subraya contundente que “así como las terapias
contra en envejecimiento han avanzado, en los próximos diez años no
habrá aún ninguna terapia eficaz contra el Alzheimer pero, en cualquier
caso, ya será demasiado tarde para mi”.
Swaab, director del Instituto Holandés
de Investigaciones Cerebrales durante tres décadas, se muestra
partidario de elegir la eutanasia como declaración vital, una opción que
está permitida en su país y que aconseja cuando la persona tenga aún
sus capacidades de decisión en buen estado, de cara al futuro.
“Somos nuestro cerebro”, que estudia
este órgano desde la concepción hasta la muerte, ha conseguido vender
400.000 ejemplares en Holanda y se ha editado ya en países como China,
Alemania, Italia, República Checa, Israel, Corea, Taiwán, Serbia,
Hungría y Estados Unidos.
(FUENTE: elpais.com.uy)
No hay comentarios:
Publicar un comentario